Hace algunos años me adentré en el mundo del desarrollo personal, concretamente desde que me diagnosticaron Trastorno Bipolar. Sí, has oído bien, Trastorno Bipolar.
Como comprenderás, esto supuso un duro golpe para mí y mi entorno y provocó un antes y un después en mi vida. Todo aquello que había logrado se desmoronó, teniendo que construir de cero una nueva vida.
No te voy a engañar, convivir con una enfermedad mental no es fácil. Las alteraciones emocionales y los altibajos en el estado de ánimo propios de un trastorno bipolar condicionan el día a día, sin embargo, jamás me he rendido y podría decir que a día de hoy me he hecho amiga de mi enfermedad, gozo de una calidad de vida muy buena y puedo disfrutar de la vida a pesar de las dificultades obvias que implica convivir con el Trastorno Bipolar.