Escritura creativa, terapéutica y transformadora

Sentipensares

Día 1: Lunes

La mente de una persona con Trastorno Bipolar no es baladí, y aún menos los avatares emocionales.

Con esta afirmación tampoco quiero justificar mi ausencia o dedicación a la escritura, actividad que por cierto, me satisface. O sea que me reservo las excusas (ya que además, no es propio de mi).

Ha transcurrido un año desde la última vez que me asomé a esta ventana, a este rincón o espacio de encuentro entre mis lectores y yo, en donde mayormente transmito las herramientas que me ayudan a convivir con el TB con mayor liviandad, además de los entresijos que ello implica (subidas y bajadas emocionales para la mayoría de las personas diagnosticadas) y muy sutiles estos últimos años, en mi caso en particular.

Tan sutiles como que llevo sintiéndome en el llamado estado de eutimia, y para aquellos que desconozcan el término, se trata del periodo de tiempo en el que alguien diagnosticado de TB se encuentra estable a nivel anímico, es decir, existe la ausencia de episodios maníacos y/o depresivos. Y pensarás, ¡qué guay! Pues sí, no está nada mal, considerando que hace más de una década me encontraba encerrada en la habitación de un hospital psiquiátrico. Por cierto, fui a ver la película «Los renglones torcidos de Dios», cuyo trama versa en un manicomio (nombre que recibía antes lo que hoy conocemos como un psiquiátrico). Afortunadamente, los tiempos han cambiado, y menos mal, ya que la imagen proyectada en esa película dista mucho de lo que hoy podemos encontrarnos allí (la parte morbosa de todo esto me la reservo para otra entrada). O sea que si este fuera tu caso, me refiero a que si estuvieras al borde de un ingreso, tómatelo con filosofía, no es un lugar inhóspito ni tétrico. Mejor pensar que te encuentras en fase preventiva y de rehabilitación.

Y ya que me he adentrado en el apasionante mundo del cine y la psicología, hay dos películas que en mi opinión merecen un reconocimiento especial. Tampoco es que me considere una experta en la materia, pero cuando algo me gusta,…¡me gusta y ya está! La primera en mención, es extranjera, y quizá ya la hayáis visto también. Se titula «Tar». Muy recomendable para los melómanos. La segunda en cuestión «En los márgenes», cosecha nacional. Desafortunadamente, fiel reflejo de una problemática social en aumento (el desamparo, el estrés económico). Y según tú, ¿hay alguna película que me recomendarías?

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Día 2: Martes

De alguna manera, intento realizar un ejercicio introspectivo para poder sintetizar lo vivido últimamente y es que,… ¡madre mía! Cuántas experiencias y acontecimientos difíciles de explicar con palabras. Somos el lenguaje que habitamos, lo sé, pero cuando se trata de identificar las emociones es tan amplia la paleta de colores, ¿me sigues?

Por si es la primera vez que me lees, te comento que desde mi función pedagógica como psicóloga, me dedico a la divulgación, sensibilización y concienciación de lo que significa convivir con TB, y en parte, utilizo el canal de los medios de comunicación (además de las redes sociales). El pasado año estuve muy activa, puesto que me invitaron a distintas emisoras de radio (Onda Vasca, Naiz, entre otras), y este año, también he vivido la grata experiencia de acudir a Radio Ser San Sebastián. Recuerdo que me encontraba en casa, en mi zona gym, realizando un poquito de ejercicio cardio, cuando recibo la llamada de la periodista y posterior invitación. Pensé: -¡qué bonito regalo de cumpleaños! (soy ariana, elemento fuego).

Te confieso que me produce muchísimo respeto exponerme, enfrentarme a un micrófono y expresar, tanto que compartir mis sentipensares, pero… ¿acaso no es así como una encara sus miedos? En la mayoría de las ocasiones nos cuesta identificar qué tipo de miedo es el que nos invade, ya que se pueden mezclar otras emociones, tales como la inseguridad o la falta de confianza (es decir, pensar que puedas hacerlo mal). Por eso, cuando me encuentro en un «territorio hostil», lo primero que hago es tratar de potenciar las aptitudes necesarias para enfrentarme a ese nuevo reto, ¿y cómo lo hago? Pues apuntándome a algún curso, poniéndome en contacto con algún mentor o mentora, realizando una consulta a un experto en la materia, es decir, como ves, hay mil maneras de acoger una situación nueva y de incertidumbre (cada cual elige sus herramientas). Bajo ninguna circunstancia permitas que ese sentimiento (sea cual sea, miedo o confusión) te paralice.

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Día 3: Miércoles

Como un reloj suizo, llego a la oficina a las ocho en punto, y tras encender el ordenador me dirijo a la coffee zone para tomar mi primera dosis (no más de dos al día). De esto va la rutina mañanera, un puesto front office (con horario reducido y a dos minutos de casa). La verdad, todo muy cómodo. Sin embargo, bien es sabido que las situaciones o circunstancias ideales no existen en la vida, ¿estás de acuerdo conmigo? Esto me recuerda a la célebre cita del filósofo Ortega y Gasset «Benefac loco illi quo natus est», que quiere decir, «Yo soy yo y mi circunstacia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo».

Reconozco que aunque me ha costado mucho esfuerzo y energía, hoy por hoy, tiendo a mirar la vida con perspectiva (y creo que en estos tiempos líquidos es muy necesario), porque a veces estamos inmersos en varios escenarios que implican mucha organización, gestión y autoliderazgo, y cuando esto ocurre no se tú lo que haces pero a mi me toca aplicar la Ley 3S (Seiri, Seiton y Seiso – Organización, Orden y Limpieza). Por cierto, si tienes interés en conocer los detalles de esta teoría y descubrir al mismo tiempo más estrategias de crecimiento personal para potenciar tu mindset, etcétera, te invito a que adquieras un ejemplar de mi primer libro «Resetea tu vida».

Hay quienes me han llamado escritora, pero yo siempre les digo que el hecho de escribir un libro no te define como tal, y no es que mi autoestima se encuentre a niveles dudosos (porque hay niveles, a mi parecer, pero esto es un tema largo y cuestionable), que va, todo lo contrario, es mi humilde y sincera opinión. Quizás vuelva a escribir otro libro en un futuro no muy lejano, y entonces, a lo mejor empezaré a tomarme más en serio el hecho de considerarme una escritora amateur. De momento, esta es una cuestión que no me quita el sueño, para serte sincera.

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Día 4: Jueves

Hay premisas que cumplo a raya, como «Mind the Net», que significa algo así como «tomar distancia con la tecnología». Es súper sano detectar cuando es viable interactuar y cuando es mejor «dejar que corra el aire» como yo lo llamo, y sacar del armario el abanico durante un rato, jeje! No, en serio, esto de pertenecer a una comunidad como Instagram, Linkedin, etc. supone un reto diario. Y ya no te digo nada, si además recibes a diario varios mensajes o correos, demasiados inputs que gestionar, ¿cierto?

Existe una pequeña localidad japonesa (Okinawa) en donde el círculo de apoyo mutuo, ellos lo llaman Yuimaaru, es clave para el desarrollo de un sentimiento de pertenencia, y no es de extrañaar, ya que es una variable que está estrechamente relacionada con la felicidad o el bienestar. Es decir, ¿conoces a alguien que quiera ser un lastre para los demás? No, ¿verdad? Al revés, casi todas las personas que conozco, y sobre todo, aquellos que también se dedican al apasionante viaje del emprendimiento, desean realizar un servicio para la sociedad, sentirse valioso y de ayuda para el otro.

Cultivar relaciones sociales estables conlleva tiempo (mucho tiempo), y más hoy en día, realmente cuesta identificar cuándo es alguien confiable o no, ¿no crees? Algo así como que hemos de desarrollar la práctica del ensayo-error. Es un tema que lo he hablado mucho con mis clientes (no me gusta llamarlos pacientes), ya que construir y mantener relaciones es un auténtico desafío si padeces TB.

Aunque siendo sinceros, también lo es para alguien que no lo padece, puesto que acontecimientos estresantes a nivel relacional están al alcance de cualquiera sea en el ámbito social, laboral o familiar. No sé realmente cuál es la receta idónea para generar este win-win, pero si preguntásemos a Martin Seligman, el investigador de la felicidad, seguro que nos daría una charla o discurso sobre la Psicología Positiva (positive thinking). En resumidas cuentas, el hecho de generar «buen rollo» puede ser determinante para el bien común (ahí lo dejo).

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Día 5: Viernes

 ¿Has tenido alguna vez un «flechazo» con tu cliente? A ver, no me refiero a eso de «mariposas en el estómago», ¡por Dios!, sino al hecho de conectar cuando estamos tratando un tema en cuestión. En este caso, hablábamos sobre los falsos mitos extendidos en torno al TB, ¿te suenan?

El TB es poco común. El TB es un cambio de emociones parecido a lo que les pasa a todas las personas durante el día, pero algo más fuerte. Un niño no puede padecer TB. Las personas con TB no son lo suficientemente estables para cumplir con labores académicas o profesionales. Una persona con TB tiene pocas opciones para controlar su condición. Debido a su condición, es casi imposible mantener una relación sentimental con una persona diagnosticada de TB.

En realidad, de todos los mitos que acabo de mencionar, Víctor (omito su nombre real) estaba preocupado sobre el devenir de su futuro sentimental. Compartía ciertas dudas y miedos acerca de cómo transmitir a esa «persona especial» su condicicón y/o realidad con el trastorno bipolar. En el fondo de su interior habitaba la falsa creencia de que, cuando ese día llegase, sería incomprendido, rechazado o abandonado.

Si bien es cierto, que no es fácil el arte de convivir en pareja con alguien (no diagnosticado), imagínate si le añadimos la condición de que ese alguien haya sido diagnosticado de una enfermedad mental como el TB, ¿resultaría fácil o difícil? Podríamos hablar largo y tendido sobre los avatares conyugales, el amor en pareja, cómo hacer que con el tiempo evolucione la relación hacia algo más consciente y sostenible, pero la verdad, ni me quiero poner muy transcendental, ni filosófica ni pedagógica (además yo solo poseo mi propia llave). Y para ser más precisa con esto, quiero decir que lo que a mi me resulta conveniente, idóneo o satisfactorio, puede que a ti no te lo parezca. Por eso, nunca me implico ni soy partícipe de las últimas decisiones de mis clientes o consultantes. Yo tiendo a compartir mi experiencia siempre que me lo pregunten y si la pregunta no es muy indiscreta, puedo responder y compartirme, pero hasta ahí llego. Jamás persuadiré a nadie a que tome decisiones bajo mi prisma personal.

Bueno, mis queridos lectores y lectoras, me despido de todos con un hasta luego. Os lo prometo.

Aprovecho para desearos un feliz Sant Jordi 2023.

 

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